HISTORIA
HISTORIA DEL REAL MADRID
El Real Madrid Club de Fútbol, más conocido simplemente como Real Madrid, es una entidad polideportiva con sede en Madrid, España. Fue declarada oficialmente registrada como club de fútbol por sus socios el 6 de marzo de 1902 con el objeto de la práctica y desarrollo de este deporte —si bien sus orígenes datan al año 1900, y su denominación de (Sociedad) Madrid Foot-ball Club a noviembre de 1901— siendo el quinto club fundado en la capital. Tuvo a Julián Palacios y los hermanos Juan Padrós y Carlos Padrós como principales valedores de su creación.
Identificado por su color blanco —del que recibe el apelativo de «blancos» o «merengues»—, es uno de los cuatro clubes profesionales de fútbol del país cuya entidad jurídica no es la de sociedad anónima deportiva (S. A. D.), ya que su propiedad recae en sus más de 100 000 socios. Otra salvedad comparte con el Athletic Club y el Fútbol Club Barcelona al participar sin interrupción en la máxima categoría de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, la Primera División de España, desde su establecimiento en 1929. En ella posee los honores de haber sido el primer líder histórico de la competición, el de club con más títulos, y el de la máxima puntuación en una sola edición.
Abocado desde sus inicios al desarrollo del fútbol pronto adquirió un carácter multideportivo y desarrolló varias otras disciplinas que fueron desapareciendo con el devenir de los años, a excepción de la sección de baloncesto, denominada Real Madrid Baloncesto. Hubo varias especulaciones en la historia reciente de la entidad sobre la posibilidad de recuperar algunas de ellas como la sección de balonmano, o la sección de rugby que no llegaron a materializarse, al contrario que una sección femenina de fútbol, parcela que desde los años 2010 el club trabajaba por crear con una base desde el ciclo formativo hasta la máxima categoría. Finalmente en 2019, y tomando otra de las posibles vías para su creación, se produjo la fusión por absorción del Club Deportivo TACON aprobándose en una reunión extraordinaria por parte de los socios compromisarios y conformar así el Real Madrid Club de Fútbol femenino.
Es miembro creador, fundador y cofundador de varias de las competiciones españolas más longevas antes de la existencia de los pertinentes órganos rectores: el Campeonato Regional Centro, o la Copa de España. A nivel internacional fue uno de los miembros fundadores de la FIFA, estamento que le concedió la Orden del Mérito por su especial relevancia en el fútbol tras colaborar en el nacimiento de algunas de las competiciones o asociaciones más prestigiosas como la Copa de Europa, la Copa Intercontinental, o la Asociación de Clubes Europeos. Mismo camino toma en el apartado baloncestístico, donde es junto a Club Joventut de Badalona y el Club Baloncesto Estudiantes el único club que ha disputado siempre desde su creación en 1957 la máxima categoría de liga, de la que es también miembro fundador, así como de la homónima Copa de Europa, o el Torneo de Navidad internacional.
En cuanto a los logros deportivos, es una de las entidades más laureadas y reconocidas del mundo en ambas disciplinas, y ha sido galardonado a nivel futbolístico nacional e internacional por la FIFA como el Mejor Club del siglo xx, como el Mejor Club Europeo y Mundial del siglo xx por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), y como el Mejor Club del siglo xxi por Globe Soccer. Entre ambas disciplinas suma un total de once campeonatos mundiales y veintitrés Copas de Europa, más que ningún otro club europeo en el conjunto de ambos deportes, situándose sexto en palmarés polideportivo si se toman en cuenta secciones que el club no posee.
Trece exintegrantes del club fueron incluidos en el Salón de la Fama FIFA, un proyecto dedicado a preservar la memoria de relevantes personajes de la historia del fútbol. Entre ellos se incluyen Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Zinedine Zidane, Hugo Sánchez, Ricardo Zamora, Emilio Butragueño, Vicente del Bosque, Luís Figo, Ronaldo Nazário, Jorge Valdano y Waldir Pereira Didí, a los que se unen Santiago Bernabéu y Paco Gento como «decanos», o de especial trascendencia. El club, como entidad, fue también incluido.
Un 46 % de los aficionados al fútbol encuestados a fecha de 2018 en España por el portal de estadísticas de mercado y opinión Statista lo señalan como el club más popular, mientras que a nivel internacional es también una de las entidades más reconocidas del mundo con 500 millones de seguidores estimados en 2020. El número de simpatizantes, con cerca de 20 millones de visitas mensuales en Google, favorece que sea una de las sociedades deportivas con mayor valor en el mercado y una de las que más ganancias obtiene anualmente. Su valor se tasa en unos 4239 millones de euros y sus ingresos son superiores a los setecientos millones de euros por temporada, con una cantidad estimada de 714.9 millones sin contar traspasos de jugadores en el curso 2019-20. Posee un presupuesto de 617 millones —paliado por la pandemia de covid-19 y que hubiera ascendido hasta superar los 900 millones en condiciones de normalidad— mientras que adquirió deuda neta por primera vez en cinco años tras ser completamente reducida en ejercicios anteriores —también como repercusión del covid-19—, que sin embargo sique siendo asumible en parámetros de solvencia. Su cotización como club futbolístico con más valor es únicamente superado en comparativa por los Dallas Cowboys de fútbol americano y los New York Yankees de béisbol.
Posee una fundación, carente de ánimo de lucro, dedicada a una labor social de cooperación internacional en favor del desarrollo alrededor del mundo.
Tras los primeros protoclubes de foot-ball surgidos en Madrid a finales del siglo xix, un grupo de jóvenes y antiguos integrantes de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) formaron en 1897 un equipo que resultó ser el antecesor de la entidad madridista, la Sociedad de Foot-Ball, la primera surgida en la región para la exclusiva práctica de un deporte llegado de Inglaterra y que, por diversas circunstancias, terminara sufriendo una escisión en octubre del año 1900. Las insuficientes y poco correctas crónicas de la época no permiten esclarecer con certeza lo que ocurrió hasta 1902. Existen dos hipótesis al respecto. La primera indica que se dividió en dos clubes, Nueva Sociedad de Foot-Ball y (Sociedad) Sky Foot-Ball, que se fusionarían en 1901 para dar origen a la (Sociedad) Madrid Foot-Ball Club. La otra hipótesis y posiblemente la más probable según las crónicas, dice que acabaría en 1901 con una reestructuración de esta Nueva Sociedad surgida en noviembre de 1900 para denominarse (Sociedad) Madrid Foot-Ball Club tras unírsele algunos integrantes de la Sociedad primera. Se puede pues afirmar que en 1901 adoptó el nombre que le acompañó en adelante, sin poder verificar su fundación en ese año o en uno anterior, y su legalización concluyó en 1902 como fecha que figura en sus registros. Las fuentes citan a Julián Palacios como primer presidente de la Nueva Sociedad, y después del Madrid F. C. —fuera o no el mismo club—.
Apenas unas cuantas decenas de socios formaban la entidad debido a la poca extensión del fútbol en el país, deporte que no poseía aún recintos propios o debidamente conformados para su práctica. Por ello los entusiastas équipiers se repartían por diferentes descampados y zonas de la ciudad como el Campo del Retiro, heredado del Sky Foot-Ball. El primer partido del equipo del que se tiene constancia data del 6 de octubre de 1901 en la citada localización.
En la Junta General Extraordinaria celebrada el 6 de marzo de 1902 fueron aprobados sus primeros estatutos tal y como se instaba a los clubes futbolísticos por el Real Decreto del Gobierno del 19 de septiembre de 1901 para su regularización e inscripción en el Registro de Asociaciones, siendo así la fecha fundacional a efectos oficiales.
Los integrantes eligieron a sus primeros dirigentes, encabezados por Juan Padrós como primer presidente electo y Enrique Varela como vicepresidente, además de acordar el objeto y reglamento de la sociedad o el uniforme del equipo.
Blanco en pantalón y camisa con medias negras y casquete azul oscuro fueron los colores aprobados y que venían siendo habituales desde 1900, tiempo antes de que comenzase el largo proceso administrativo. Este culminó tras una Real Orden Circular, del 9 de abril de 1902, en el que se instaba como último requisito a referirse a la Gobernancia Civil de su ciudad. El acta de los madrileños se redactó el 18 de abril para ser contestada por la administración cuatro días después.
Así, dicha acta fundacional conformó las que fueron las primeras bases legales del club, pese a que ya funcionase tiempo atrás. A continuación se reproducen algunos de los puntos más notables dictados en su sede de Alcalá 48:
Artículo 17.º - Con el fin de fomentar la afición al juego del foot-ball, la sociedad organizará partidos siempre que sea posible y en épocas determinadas celebrará concursos e intervendrá directa o indirectamente en las fiestas de esta índole que se organicen y crea pueden aumentar la afición.
CAPÍTULO 4.º
Artículo 18.º - Para tomar parte en los partidos será preciso: 1º. El pago previo del mes o la cuota de entrada, según los casos. 2º. Usar el uniforme reglamentario. 3º. Llegar al campo de juego antes de la hora señalada para el comienzo del partido. El uniforme reglamentario será para los partidos ordinarios pantalón azul oscuro, corto y recto, blusa blanca y medias oscuras, y para los partidos extraordinarios será: pantalón y blusa blanca, medias negras con vuelta y cinturón con los colores nacionales, completando este uniforme un casquete azul oscuro.
En la década de los años cincuenta las medias pasaron a ser blancas, y desde entonces ese es el único color distintivo de la institución al unirse a camiseta y calzones. Para dilucidar el que fue su primer equipo titular tras la oficialización se jugó el 9 de marzo un partido entre sus jugadores diferenciándose entre ellos por unas bandas de color que atravesaban la camisa del uniforme. El Heraldo del Sport y La Correspondencia de España, diarios de la época, informaban sobre los acontecimientos y las disputas relacionadas con el club en el «Concurso de Bandas» o el «Concurso Madrid de Foot-ball Association». Este último, de carácter inter-regional y organizado por el club, fue reconocido como el primer torneo disputado a nivel nacional y en el cual logró el primer trofeo de su historia, como subcampeón. Fue la competición que dio origen al Campeonato de España de Copa.
La conclusión del certamen nacional llevó a un crecimiento institucional, iniciado con incorporaciones de jugadores a una plantilla entre la que destacaba el conocimiento del juego de su integrante británico Arthur Johnson. Su implicación con el desarrollo del foot-ball madrileño y español, y la falta de una estamento federativo nacional, hizo que la Union des Sociétés Françaises de Sports Athlétiques (USFSA) le citase como representante del país al primer Congreso de Foot-Ball Association del 21 de mayo de 1904. En él fue, junto a otras seis federaciones, miembro fundador de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (en francés, Fédération Internationale de Football Association - FIFA).
Cumplido el primer lustro de siglo germinaron en la capital numerosos equipos de fútbol que acrecentaron la competencia, motivo por el que el club absorbió al Moderno Foot-Ball Club, a la Association Sportive Amicale, y en 1907 al Moncloa Foot-Ball Club para cubrir las bajas ante la dimisión de algunos de sus integrantes para fundar el Club Español de Madrid y el Athletic Club (Sucursal de Madrid). Este último fue un equipo filial en Madrid del club bilbaíno del Athletic Club, su primer rival reconocido, que derivó en el actual Atlético de Madrid. Mientras, Carlos Padrós fue nombrado presidente sustituyendo a su hermano Juan y concentró sus tareas como dirigente en el crecimiento social a nivel de club, y federativo a nivel regional.
Saldó el club su primera década de vida con numerosas victorias en las competiciones recientemente surgidas por impulso de Padrós a través de la Asociación Madrileña de Clubs de Foot-ball, o Federación Madrileña de Sociedades de Foot-Ball, la cual presidía y que compaginaba con la del Madrid. Sus resultados en el Campeonato de Madrid, conocido popularmente como el «Campeonato Regional», le otorgaron el derecho a participar y defender a Madrid o la región Centro en el Campeonato de España. Tras actuaciones regulares en sus dos primeras ediciones, se adjudicó consecutivamente los siguientes cuatro campeonatos comprendidos entre 1904 y 1908, sus primeros títulos oficiales a nivel estatal. Con la condición de campeón español, el presidente organizó el 23 de octubre de 1905 un partido internacional con motivo de la visita a España del presidente francés Émile Loubet a fin de aumentar la proyección del club. El Gallia Club de París, campeón galo, y el Madrid F. C. empataron a un gol en el Hipódromo de Madrid.
Con el devenir de los años fueron adquiriendo importancia los detalles tácticos durante el transcurso de los partidos, por lo que para su perfeccionamiento el británico Johnson fue nombrado primer entrenador de las historia del club por su conocimiento del juego.
Trasladados ya a un Estadio de O'Donnell que cubría el rápido crecimiento social y popular entre los aficionados y cuyo alquiler para uso exclusivo del club fue avalado por el presidente Pedro Parages, se alternó en la conquista de los campeonatos regionales con la Gimnástica de Madrid y el Racing de Madrid. Durante esas ediciones no volvió a obtener la Copa de España hasta la edición de 1917 cuando ganó en Barcelona al Arenas Club de Guecho.
La magnitud que fue adquiriendo el club se hizo cada vez más notable, y se llegó así al 29 de junio de 1920, fecha de uno de los hechos más destacados en la historia blanca como fue la recepción de una breve misiva procedente del rey de España Alfonso XIII de Borbón dirigida al presidente del club. Ésta citaba:
Desde ese momento adquirió el club una denominación que mantiene en la actualidad, Real Madrid Foot-Ball Club, y por tal el derecho a portar la corona real en su escudo. Recíprocamente Parages nombró al primogénito Alfonso de Borbón y Battenberg presidente de honor de la Sociedad.
Tras los hechos el equipo afianzó sus victorias en los campeonatos regionales de la década de los años veinte, mas no así en la Copa de España, competición que no logró vencer nuevamente hasta antes de la Guerra Civil, y que, sin embargo, no frenó su expansión. Como campeón de Madrid realizó extensas giras por Europa además de emprender su primer viaje a América para darse a conocer en el resto del mundo. Aunque el balance no fue muy positivo en una época en la que jugar de visitante era un hándicap debido a la poca información que se tenía sobre los equipos rivales y sus estilos de juego, el club obtuvo un mayor reconocimiento e ingresos que permitieron que la entidad siguiese con su evolución.
Entre los jugadores de la época, uno sobresalió entre el resto por su carisma y capacidad goleadora, y que años más tarde terminó por ser el principal personaje de la entidad: Santiago Bernabéu. El rendimiento deportivo propició que la directiva se plantease la adquisición de un estadio de plena propiedad, y así, tras deambular por diferentes campos de Madrid, inauguró en 1924 el Campo del Real Madrid Club de Fútbol, conocido popularmente como el «Estadio de Chamartín» por el municipio colindante que se anexionó a la capital en 1948: Chamartín de la Rosa.
En 1926 arribó la profesionalización del fútbol a España, y tras un fallido intento, en 1929 se inauguró el Campeonato Nacional de Liga organizado por la ya existente Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Establecida como la más importante competición del país, en su estreno tomó parte el Real Madrid Foot-Ball Club por ser uno de los vencedores del Campeonato de España de Copa junto a otros nueve equipos.
Una derrota frente al Athletic Club en la última jornada del torneo le privó de un título que logró el F. C. Barcelona y dejó constancia de la disputa que ya manifestaban los tres equipos y que acrecentó su rivalidad en años siguientes.Luego de finalizar quinto en la segunda edición y ante la escasez de nuevos títulos —a excepción de los campeonatos regionales—, se inició la temporada 1930-31 con numerosos fichajes encaminados a cambiar esa tónica. Entre ellos, destacó el del guardameta internacional español Ricardo Zamora, por el que se pagaron 150 000 pesetas al Real Club Deportivo Español de Barcelona, uno de los mayores precios de la época. Pese al desembolso económico, el equipo tuvo una discreta participación y finalizó en el sexto puesto de la clasificación debido principalmente a la escasez goleadora del equipo, provocada por el retiro de sus prolíficos arietes.
Luego de la conclusión del campeonato abdicó el rey de España y se proclamó la Segunda República Española, lo que llevó a que se suprimiese todo símbolo o alusión a la etapa monárquica en el país. Por ello, la entidad perdió el título de realeza concedido por Alfonso XIII de Borbón y pasó nuevamente a denominarse Madrid Foot-Ball Club. Tan solo dos días después de los sucesos políticos participó en la Copa de España a la vez que fundó oficialmente sus ramas de baloncesto, Real Madrid Basket-Ball, desarrollada desde 1929, y de natación, que se unieron a las ya existentes y pioneras secciones de rugby, béisbol, atletismo, hockey y ciclismo. Para ellas el club construyó en los anexos del estadio un gimnasio y unas instalaciones acordes a su condición de entidad polideportiva, y el desarrollo de los nuevos deportes y atletas fue impulsado por Heliodoro Ruiz, afamado profesor diplomado.
El basket-ball, introducido en España por Eusebio Millán, pronto se convirtió en la segunda sección más importante del club y adquirió una rápida popularidad. Esta fue creada por Ángel Cabrera, mismo impulsor del Campeonato de Castilla en el que «los blancos» conquistaron sus primeros títulos tras unos competidos duelos con el Rayo Club de Madrid.
El equipo de fútbol obtuvo su primera liga, de manera invicta, en su cuarta edición. Fue el segundo conjunto español en lograrlo de tal modo tras el Athletic Club, hecho no repetido por ningún otro club a fecha de 2020. Tras revalidar el título con Manuel Olivares como «pichichi» del campeonato, logró dos nuevos títulos de copa tras vencer al Valencia Club de Fútbol y al F. C. Barcelona en 1934 y 1936 respectivamente. Esta última fue recordada por una inverosímil parada de Ricardo Zamora en el tiempo de descuento del encuentro, señalada como el colofón de su carrera y a la que sucedió su retirada deportiva. La trayectoria se vio truncada por una convulsa situación política en el país que desembocó en el estallido de la Guerra Civil y que conllevó la suspensión de las actividades deportivas entre 1936 y 1939. Una vez resuelta en la Dictadura de Francisco Franco, el club recuperó su título y denominación de «Real» a la vez que se reanudaron las competiciones.
Sin embargo, la guerra dejó al Real Madrid muy mermado y sin apenas integrantes debido al ostracismo y la marcha de algunos de ellos a otros clubes, por lo que se vio avocado a una reconstrucción a todos los niveles dentro de la sociedad. El fútbol, la lucha —departamento creado unos días antes del estallido del conflicto armado—, la natación y el baloncesto quedaron únicamente como deportes representativos del club, mientras que disciplinas como la sección femenina de baloncesto que conquistó el campeonato de Castilla en el año 1934, mismo de su fundación, se vieron muy afectadas. El 18 de abril de 1939, la junta directiva convocó una asamblea desde la que el club partió de cero, como una vuelta a los comienzos y la reconstrucción del Estadio de Chamartín, cuyo terreno de juego quedó destrozado por la guerra. Con la nueva planificación arribó al club el centrocampista Sabino Barinaga, procedente del Southampton Football Club de Inglaterra.
En pleno período reconstructivo, que fue quizá la época más dura a nivel institucional, tuvieron lugar dos acontecimientos: el 13 de junio, en la vuelta de las semifinales de la Copa del Generalísimo de 1943, el equipo de fútbol logró la mayor goleada de su historia frente al C. F. Barcelona al vencer por 11 goles a 1; y el 15 de septiembre se nombró por unanimidad al exfutbolista y exentrenador Santiago Bernabéu como presidente blanco. Cerca de perder la categoría en la temporada 1947-48, la revolucionaria táctica "WM" del inglés Michael Keeping salvó al equipo del descenso, aunque terminó en la undécima posición, la peor del club en el campeonato. Situado entre los equipos de la media tabla completó unos irregulares años en los que se consolidó como una entidad polideportiva de renombre en el país, y contempló la idea de construir un complejo polideportivo acorde con dicha proyección y darle un renovado impulso. Una lenta rehabilitación tras los acontecimientos bélicos resultó en escasos logros deportivos y el presidente, en un primer paso, decidió construir en los terrenos colindantes al «Estadio de Chamartín» un nuevo recinto, el Estadio Real Madrid Club de Fútbol o «Nuevo Estadio de Chamartín». Junto a él llegó el establecimiento de la Agrupación Deportiva Plus Ultra con motivo de buscar nuevos futbolistas a foguear antes de incorporarlos al primer equipo. La medida, adoptada entre otros motivos para no dañar una maltrecha economía, se completó con acuerdos con varios clubes madrileños que le hacían las veces de cantera desde 1920 a cambio de material deportivo y diversas ayudas para sus desarrollos, hasta que la A. D. Plus Ultra firmó un acuerdo en 1947 en favor de la cual pasó a convertirse en su primer filial de manera oficial y exclusiva formalizando así sus categorías inferiores.
Bajo el mandato de Bernabéu, el club vivió su «primera época dorada», durante la cual desarrolló un crecimiento institucional y social que aportó significativos ingresos económicos y recíprocos éxitos polideportivos que se retroalimentaron. Tras restablecer la sección de atletismo, fundó nuevas secciones como las de tenis, boxeo, bolo palma, pelota, balonmano, gimnasia, halterofilia, remo, y ajedrez, aunque fue la sección de voleibol la que con el tiempo se convirtió en la tercera disciplina más importante del club y la que más perduró entre ellas.
Se llegó así al 6 de marzo de 1952, fecha del 50.º aniversario de la fundación de la entidad, para la cual el presidente Bernabéu organizó diversos actos entre los que destacaron la disputa de un torneo internacional de fútbol y otro de baloncesto. Los acontecimientos estuvieron sucedidos de la llegada al club de Alfredo Di Stéfano, Raimundo Saporta, y el cántabro Paco Gento. Ellos fueron considerados por la prensa especializada como los pilares deportivos de los éxitos internacionales, además de convertirse por su trayectoria en algunas de las figuras más influyentes de la historia del club.
Reforzados posteriormente con Raymond Kopa, José Santamaría y el delantero Ferenc Puskás de los «magiares mágicos», el equipo fue conocido como el «Madrid de Di Stéfano» y marcó una época tanto a nivel nacional como internacional. Los triunfos en la Copa Latina —un intento de organizar un torneo entre clubes del Viejo Continente—, fueron el preludio a los títulos más prestigiosos del club.
La iniciativa de Gabriel Hanot, editor del diario francés L'Équipe, de fundar una Copa de Europa de clubes fue secundada por Santiago Bernabéu como vicepresidente y colaborador directo. Su materialización tuvo el beneplácito y la implicación de la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol, y reunió desde entonces a los campeones de las distintas ligas europeas para la disputa de un título para designar al mejor equipo del continente. Los madrileños conquistaron las cinco primeras ediciones y se convirtieron en la referencia del panorama futbolístico. La última de ellas, frente al Eintracht Frankfurt Fußball en Glasgow, fue vencida por 7-3 ante 135 000 espectadores, y tras ella, el diario inglés The Times catalogó a los jugadores blancos como «vikingos» escribiendo:
Dicha final y las cinco Copas de Europa consecutivas se mantienen como las mejores actuaciones de un equipo en la historia de la competición a fecha de 2020. Además, como consecuencia del título de 1960, el club participó y ganó una nueva competición recientemente instaurada por la UEFA y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) de manera conjunta: la Copa Intercontinental. Disputada en adelante por el campeón de Europa y el campeón de Sudamérica (ganador de la Copa Campeones de América, homóloga de la Copa de Europa) dilucidó al club con el título honorífico de facto de "campeón del mundo", y posteriormente reconocido de pleno derecho por la FIFA en 2017.
«El Madrid de Di Stéfano» situó así al club como referente y recibió reconocimiento y loas por parte de medios, aficionados y equipos rivales. Los diecinueve títulos logrados en poco más de diez años hicieron que los futbolistas madridistas fueran internacionalmente reconocidos con el Balón de Oro de L'Équipe, premio al mejor futbolista del mundo según un jurado de expertos, copando el podio del trofeo durante aquellos años. Fue durante este periodo y tras la considerada como la época más estricta de la dictadura vigente en España, cuando las victorias del Real Madrid en Europa fueron tomadas por el régimen como una vía para mejorar su imagen a nivel internacional y propagandístico. Dicha relación fue tildada años después desde otras entidades como un supuesto favor institucional al equipo madrileño pese al carácter lícito y puramente deportivo de sus victorias, que no fue sin embargo tan patente y significante como en otros clubes como Club Atlético de Madrid o Fútbol Club Barcelona, pero que no repercutió tanto al no tener sobre todo los mismos éxitos a nivel internacional.
Al año siguiente a su quinto título continental, el que con el paso de los años se convirtió en su mayor rival, el C. F. Barcelona, fue el causante su primera eliminación europea. Pese a alcanzar nuevamente dos finales en la edición sucesiva de 1962 y en la de 1964, el equipo acusó su veteranía y se produjo un cambio generacional de la mano del técnico Miguel Muñoz, exintegrante del exitoso grupo.
Los viejos ídolos del club dieron paso a un equipo de jóvenes españoles como Enrique Pérez Pachín, Pedro de Felipe, Manuel Sanchís, José Martínez Pirri, Ignacio Zoco, Paco Serena, Amancio Amaro, Ramón Grosso o Manuel Velázquez; todos ellos capitaneados por el veterano Paco Gento. Pese a los logros deportivos, desaparecieron secciones como las de béisbol, balonmano, o rugby, mientras que Di Stéfano fue secuestrado por miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela durante la Pequeña Copa del Mundo de Caracas. Dos supuestos policías se presentaron en el hotel de concentración invitándole a acompañarles a comisaría por un delito de tráfico de drogas. En el coche confirmaron el secuestro que finalizó con su liberación dos días después sin mayor problema:
Tres años después, en 1966 y cuando el jugador hispano-argentino se retiró, el conjunto blanco volvió a ganar la Copa de Europa tras derrotar al Fudbalski klub Partizan de Belgrado por 2-1. El equipo fue recordado popularmente como el «Madrid Yé-yé». Con el triunfo, Paco Gento se convirtió en el jugador que más títulos ostenta de la competición, con seis —récord vigente a fecha de 2020—, mientras que el club sumó ocho finales en once años de competición.
Por aquel entonces, Raimundo Saporta alcanzó la vicepresidencia del club, y destacó por sus gestiones como directivo en la sección de baloncesto en particular, y del club en general. Una anécdota del trabajo social por el club quedó reflejada en un acto de Bernabéu y el mismo Saporta durante la Navidad del año anterior en Hungría. Pese a los conflictos políticos del país con los pertenecientes al régimen comunista, a los que no estaba permitida la entrada en España de ninguno de sus oriundos, Bernabéu meditó su respuesta ante la petición de los presentes de expresar un deseo que pudieran realizar los húngaros para honrarle, y manifestó:
Fue así como pocos días después la madre de Ladislao Kubala, entrenador y emblemático exjugador de sus rivales barcelonistas pudo viajar a España tras casi trece años sin ver a su hijo merced a un visado especial para pasar las Navidades con él y sus nietos. Quedó así de manifiesto la filosofía del club de anteponer las personas antes que las entidades.
Los éxitos y crecimiento de las demás secciones llevaron al club a construir su primer recinto de baloncesto en 1966, el Pabellón de la Ciudad Deportiva, situado en las también nuevas instalaciones deportivas del club de la denominada Ciudad Deportiva del Real Madrid Club de Fútbol, inaugurada el 18 de mayo de 1963. Éstas fueron construidas bajo la necesidad de ampliar y albergar las secciones polideportivas en un espacio común que fomentase su ambiente y desarrollo.
Consiguió convertirse también en el mejor club europeo de baloncesto tras conquistar la Copa de Europa en cuatro ocasiones, llegando a siete finales en ocho ediciones, con jugadores como Lolo Sáinz, Clifford Luyk, Wayne Brabender o Emiliano Rodríguez bajo la dirección de Pedro Ferrándiz.
Los éxitos se sucedieron en el plano polideportivo, donde los equipos de voleibol y béisbol se proclamaron campeones de liga y copa. En tenis, que había sido reforzado por distintos jugadores, destacó la figura de Manuel Santana, campeón del Campeonato de Wimbledon de 1966 con el escudo del club madridista en el pecho.
Sin embargo, en el plano institucional se agravó la situación económica debido a la dificultad de mantener algunas de las secciones deportivas con menor repercusión y pocos ingresos, por lo que a principios de la década de los años setenta se suprimieron varias de ellas, mientras que la Agrupación Deportiva Plus Ultra —filial en fútbol—, se vio abocada a la desaparición. Fue entonces cuando Bernabéu, para evitarlo, compró sus derechos federativos y pasó de manera oficial a ser propiedad del club y a estar bajo dependencia deportiva del primer equipo, el Real Madrid, como Castilla Club de Fútbol. El club, durante esta década, sumó entre todas sus secciones diecisiete campeonatos de liga, catorce campeonatos de copa, dos Copas de Europa, y tres Copas Mundiales, como títulos más importantes a nivel oficial, que llevaron a la fundación de nuevas ramas como el tiro con arco, hockey hielo, patinaje artístico, fútbol sala o esgrima.
El 2 de junio de 1978, un año después del 75.º aniversario de su fundación, falleció Santiago Bernabéu. Reconocido por los propios directivos e integrantes del club como el mejor y más carismático presidente que había tenido la entidad a lo largo de su historia, y uno de los que más favoreció su evolución, estuvo ligado al club más de cincuenta años.
Pese a que en el seno de la entidad se postulaba a Raimundo Saporta como su sucesor, este declinó el puesto y fue ocupado por Luis de Carlos. Con el reto de ser el sucesor del carismático Bernabéu, supo mantener los valores arraigados por este, circunstancia que le hizo acreedor de un reconocimiento del mundo del fútbol al dirigir al club en el período de transición, al tiempo que Saporta abandonó el club. Para honrar la memoria de Bernabéu se organizó un torneo futbolístico el 31 de agosto de 1979 y con el propósito añadido de ver en el feudo blanco a los mejores equipos y jugadores del mundo. Así, se invitó en la primera edición del denominado Trofeo Santiago Bernabéu a tres campeones de Europa: el Fußball Club Bayern München, el Amsterdamsche Football Club Ajax y la Associazione Calcio Milan.
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